miércoles, 1 de diciembre de 2010

Tren misterioso

Soy un hombre tranquilo, siempre estoy viendo la televisión. Hoy no es un día diferente, es la costumbre a la que te acoges cuando tienes esta edad. aunque son las doce de la mañana, mi salón esta en penumbra.
Mientras veo la televisión llaman al telefonillo.
-Hola soy de correos y traigo un paquete certificado, ¿me puede abrir?
-Si, claro.
Y le abro, para mi sorpresa , sube hacia mi puerta.
Llama, me entrega un paquete y al abrirlo, no me lo podía creer, era de Ramón García, mi gran amigo de la infancia, me encuentro una carta:
´´ Querido amigo:
Te sorprenderá que te mande un paquete a estas alturas, cuando hace 10 o 15 años que no hablamos. Por eso te envío un paquete con un billete de tren en el interior para que vengas a verme.``
Al terminar de leer la carta miro el billete, no se que hacer, si voy o no voy. Me voy, me apetece ver a ese amigo de la infancia.Hago las maletas, con poca ropa, una semana ya que en el billete solo había de ida.
Me miro al espejo, soy un señor con un tono de piel albino, con unas gafas muy grandes y mi poco pelo del color de la lana.
Cojo ese gran paquete con el billete dentro y la carta, me dirigí a la plaza a coger un taxi hacia Atocha, comí algo en un bar de la estación y las 16:00 entre al tren.Empiezo a leer un libro que Ramón me regaló cuando eramos niños.
Al ir por el tercer capítulo, oigo un ruido extraño. Toda la gente salio de sus compartimentos., y yo también.
El personal del tren no nos dijo nada, a la media hora llegaron dos policías y fueron entrando a cada compartimento.
Al llegar al mío, me encontré solo puesto que mi compañero se fue, entraron los policías:
-Acabamos de recibir un aviso de que una persona acaba de ser disparada, ¿usted sabe algo?
-Pues no, porque yo estuve todo el viaje aquí, leyendo.
-¿Y su compañero? Según el personal del tren iba con usted.
-Pues no se donde está.
Estuvimos parados 3 horas más, cuando los policías nos llamaron y nos explicaron:
-Señores, ha aparecido muerto un hobre, no hemos hallado nada, si ustedes saben algo colaboren por favor.
Yo me ofrecí voluntario, pues estuve como detective en mis años buenos.
Al cabo de una hora, gracias a la colaboración de tres viajeros más el asesino ahora mismo está en manos de la ley. mIentras que yo estoy viendo la bonita ciudad de mi mi amigo Ramón